lunes, 10 de junio de 2013

Sesión 1: bambas fuera!


En la primera sesión, llegamos a clase y lo que primero nos llamó la atención fue que ¡todos iban sin bambas! ¡Qué sensación de libertad! Y creo que estamos de acuerdo en que muchos de nosotros pensamos: "esto mola"... y aún no sabíamos nada más,  pero nos cambió el chip enseguida :)




Los primeros ejercicios consistían en adaptarnos al espacio en que nos encontrábamos, como mover los brazos ocupando el máximo de espacio posible y desplazarnos por el aula mientras sonaba la música. Por otro lado también hicimos ejercicios de relajación, en los que controlábamos la tensión muscular focalizando la energía en un punto de nuestro cuerpo.


Aquí, una de las actividades me divirtió mucho. Teníamos que ubicarnos sobre cuatro baldosas del suelo, e imaginar que estábamos dentro de una caja de cartón. Debíamos movernos sobre ese espacio limitado i que, por orden de Ignasi, se iba reduciendo conforme pasaba el tiempo. Hasta tal punto que sólo disponíamos de una baldosa, y claro está, no nos podíamos casi mover. Ahora tocaba destruir esta caja donde estábamos metidos, y golpeamos con fuerza, ¡mucha fuerza! hacia adelante, hacia atrás y a los lados. Por fin quedamos liberados de la caja.




Por último, una actividad en grupo. En esta parte de la sesión hicimos representaciones de cuentos infantiles: la Caperucita roja, los tres cerditos, Blancanieves, etc. con objetos, ropas y decoración que estaban en el aula. La única condición: sin hablar; en su lugar teníamos la colaboración de un narrador externo.

En definitiva, actividades individuales, en pareja y en pequeños grupos, actividades divertidas y apropiadas para una primera sesión de expresión corporal, en la que la gente (yo incluída) se muestra tímida y se queda en una sola zona de la clase.

 ¡Qué diferencia desde los primeros minutos a ahora! 

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